El “efecto reserva”, una buena noticia para la pesca sostenible en Ibiza
Como “efecto reserva” se conoce al conjunto de variaciones que se producen en aquellas áreas marinas protegidas en valores clave, como la densidad de peces, la riqueza y el volumen de biomasa total. Y aunque el “efecto reserva” necesita periodos de análisis más amplios para certificarse plenamente, el undécimo informe de seguimiento de la reserva marina de Es Freus confirma que la biomasa y la densidad de peces existente en el área durante el periodo de prospección (octubre pasado) se estabiliza y consolida con valores altos, por encima de lo que se considera el umbral de “buen estado de conservación”. Esta buena noticia es la conclusión más destacable del informe presentado por la Dirección General de Pesca y Medio Marino del Govern Balear el pasado junio y pone de relieve la importancia de la creación de áreas protegidas total o parcialmente para favorecer la pesca sostenible.
Reservas Marinas de las Islas Baleares
Todas las zonas de muestreo dieron buenas cifras; incluso la de es Banc, situada en la zona de protección parcial y dónde está activa la flota de artes menores y ciertos aparejos de pesca deportiva, presenta más biomasa que la zona totalmente protegida de s’Espardell. Otra área, como Punta Rasa ha multiplicado por 9 la biomasa media inicial en solo 6 años de protección parcial.
El estudio detalla la existencia de 33 especies de peces óseos, con una media de 13,4 especies por transecto analizado. Los transectos son las áreas en las que se dividen las zonas de estudio. Tienen 50 metros de longitud por 5 metros de anchura, en profundidades que oscilan entre los 5 y los 15 metros, dando como resultado superficies de estudio de unos 250m2. En estos espacios los buceadores, específicamente entrenados, recogen multitud de datos: temperatura, estado del mar, presencia de especies invasoras, identificación de especies más sensibles a la pesca, clasificación de grupos según hábitos, etc.
Elementos que permiten identificar repartos desiguales por sexos, desequilibrios poblacionales, cambios de sexo por la edad en algunas especies, etc. En definitiva, no se trata solo de “contar peces” sino de recoger todas aquellas variables que pueden incidir en el estado biológico de las reservas marinas. Aunque si nos centramos en ese aspecto, la cuantificación de biomasa apuntala la idea de que la Reserva de es Freus goza de una buena salud, con valores que se sitúan en 55 g/m², por encima de los 40 g/m² que fija un buen estado de conservación. Sin duda un horizonte muy positivo para los que aman la pesca sostenible.

Fotografía del biólogo Manu San Félix
Los pescadores profesionales de Ibiza y Formentera se congratulan por estos buenos resultados que demuestran que su impulso y colaboración en el establecimiento y estudio de las Áreas Marinas Protegidas (AMP) son el camino a seguir para un futuro mejor de nuestro mar Mediterráneo y una pesca profesional sostenible.